Todas las miradas están puestas en Bitcoin (BTC) tras superar los 61,000 dólares, impulsado por las actas del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC).
Esta correlación con la liquidez global destaca la importancia del índice del dólar estadounidense (DXY), que ha tocado nuevos mínimos en 2024.
La caída del DXY suele ser positiva para Bitcoin y otras criptomonedas.
La liquidez global (M2) sigue en aumento, lo que favorece a activos de riesgo como Bitcoin.
La Reserva Federal podría suavizar la política monetaria en su próxima reunión, lo que influiría en BTC.
Las actas del FOMC revelan un posible recorte de tasas del 25%, aumentando la probabilidad de un recorte de 50 puntos básicos en septiembre al 30.5%.
La posible volatilidad en Bitcoin dependerá de los comentarios de Powell en el simposio de Jackson Hole.
Un cierre por encima de 60,000 dólares respaldaría una tendencia alcista, pero si BTC cae, podría enfrentar una presión de venta significativa.
