La idea de que Estados Unidos establezca una reserva estratégica de Bitcoin ha generado un debate tanto a nivel nacional como internacional. Mientras algunos ven esto como una estrategia de protección contra la inflación y un fortalecimiento de la posición financiera del país, otros, como Haider Radique de OKX, advierten sobre los riesgos económicos potenciales y la volatilidad del mercado que podría conllevar.
Radique cuestiona la viabilidad y las repercusiones de tal medida, subrayando las incertezas asociadas con la compra masiva de Bitcoin, especialmente su impacto en la liquidez del mercado y la estabilidad económica del país. Propuestas como el BITCOIN Act de la senadora Cynthia Lummis sugieren que el Tesoro de EEUU debería adquirir un millón de Bitcoin en cinco años y mantenerlo como reserva.
La noción de vincular el Bitcoin al dólar estadounidense también provocaría un cambio dramático en el sistema monetario. Aunque defensores argumentan que esto podría reforzar la moneda, críticos señalan que introducir un estándar monetario basado en un activo volátil sería alarmante para los acreedores.
Inquietudes sobre la centralización y el control del gobierno sobre el Bitcoin también surgen, especialmente si el Tesoro controla una cantidad significativa, desafiando la naturaleza descentralizada de la criptomoneda. Radique defiende mantener la filosofía original del Bitcoin mientras este debate avanza. Con el tiempo, una estrategia paciente podría conducir a un mercado más confiable y maduro.
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